A la espera de los resultados que termine por arrojar el año 2023, La fórmula conyugal ETE (Estudia, Trabaja y Emigra) que posibilita a familias iniciar un proyecto migratorio sustentable rumbo a Canadá, América Latina no estaría promediando ni siquiera las 10,000 aplicaciones anuales al permiso tipificado como C-42, mismo que implica un permiso de trabajar en Canadá como cónyuge de estudiantes de programas mayores en el país de la hoja de Maple.
A decir del abogado experto en migración a Canadá, Steven Meurrens, los incrementos en solicitudes C-42 han resultado exponenciales en la comparativa, no sólo con el fatídico año 2020, sino también en el bis a bis de los años 2021 y 2022. Ya que las aplicaciones para que parejas de estudiantes internacionales de bachelors y otros programas mayores en Canadá puedan ostentar un permiso para trabajar en Canadá como cónyuges se dispararon de cifras por debajo de las 40 mil aplicaciones totales, hasta rozar las 65 mil en el año posterior.
Sin embargo este escenario global, donde hay países como Filipinas, que se aproximaron hasta casi las 9 mil aplicaicones, los países de América Latina lucen muy por debajo en su capacidad de búsqueda de permisos para trabajar en Canadá como cónyuges. Un métrico que, al igual que otras cifras migratorias rumbo a Canadá, contrasta con la cantidad de población y la extensión territorial de la mayor parte de América.
El país más presente en el fenómeno migratorio de trabajar en Canadá como cónyuge, se lo lleva Colombia, con 3,273 aplicaciones C-42, seguido de la poderosa República Federativa do Brasil, que presentó 2,805 casos. Sorprendementemente México aparece con tan sólo 1,049 aplicaciones de esta naturaleza, seguido de países como Perú m, con 785; o Chile, con 499, así como una larga lista de países latinos con muchas menos aplicaciones.
El proyecto de hacer sustentable el sistema ETE
Trabajar en Canadá como cónyuge cobra un nuevo sentido, ya que así como la aplicación C-42 permite a su beneficiario un permiso de trabajo abierto y full time, también se acopla con la reciente medida de extensión que otorga a estudiantes en regla en Canadá, ha poder trabajar hasta 40 horas por semana, eso sí, bajo las nuevas medidas probatorias de recursos económicos en fondos para procesar el Study Permit que media en el camino.
Con el siguiente escenario de cara a 2024, la pregunta es si América Latina voverá a presentar cifras similares a 2022, y si de alguna manera la revisión de los requisitos de Migración Canadá podría podría llegar a impactar la historia de los miles de proyectos ETES llegados a Canadá desde todos los rincones del mundo.
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